Ya el tiempo de guardar las obras maestras bajo una manta ha pasado hace ya bastante, la sorpresa y la expectativa puede que aún existan, pero no es como antes sin duda alguna, todos queremos mostrar al mundo nuestra última, novedosa, genial y fascinante obra maestra, ya no tanto en una exposición dentro de un local con selectos invitados (entre ellos curadores del rubro en el que te desempeñes), porque ahora el jurado calificador probablemente esté detrás de una pantalla, en pijama y recostado en su sofá plácidamente.
Por otro lado, todos conocemos el sinfín de avances y cambios que ha sufrido la tecnología en este siglo (si no los conoces, te invito a que quemes el dispositivo a través del cual me estás leyendo y huyas rápidamente al campo a sembrar tomates), hemos leído mucho al respecto de cada nuevo invento que sale a la luz y hemos sido expuestos a un bombardeo publicitario en el cual nuestros bolsillos han sido los únicos afectados (cuando logramos comprar ese último gadget que tanto deseábamos, ya apareció una versión nueva y mejorada que deseamos aún más).
¡SÍ!, con lo anterior afirmo que nosotros como humanos, en nuestra mayoría nos hemos convertido en adictos y hemos desarrollado dependencia (si usted aún lo duda, trate de vivir tranquilo un día sin ponerle en su tablet/móvil la serie animada preferida de su hijo(a) de menos de 3 años y aléjelo de cualquier dispositivo electrónico, deje de pagar por el internet y por la televisión por cable, etc... ¡SÓLO INTÉNTELO!); sin embargo, este artículo no tiene como fin alertarlos de los peligros de la tecnología, porque somos adultos responsables y porque es de los pocos placeres culposos que los gobernantes del mundo no nos han tratado de quitar (aún).
Pero no me desviaré más del tema, el hecho es que la tecnología además de adictiva ha sido muy beneficiosa, sobre todo para los artistas de la nueva generación, ¿conocen algún caso de algún cantante que se hizo famoso con sus videos de YouTube? ¿les suena?, o algo aún más trascendental: ¿se dan cuenta que sin tecnología no existiría ningún album musical?, no existiría la Fotografía, no habrían películas en el cine, no hubiera cine en absoluto porque no habría un proyector y mucho menos algo para proyectar, no todos tuvieran acceso a obras de arte como simples estatuillas producidas en masa, el teatro no tendría moderna escenografía, juegos de luces, efectos especiales, los actores tendrían que proyectar sus voces (olvídense de escuchar si están en la última fila).
Podríamos seguir comentando más cosas que no existirían o que no serían tan geniales sin la tecnología, ¡admitamos que es necesaria!, incluso, no existieran ciertos tipos de expresiones artísticas sin ella, pero muchos dirán ¿el dibujo y la pintura se verían realmente afectados sin ella?, yo diría que sí.
¿Por qué diría que sí?, por muchas razones que pueden ser enumeradas, pero que probablemente si las termino no podrán ser contadas:
- La tecnología ha permitido la creación de pigmentos sintéticos a menor costo y de alta calidad, permitiendo el nacimiento de expresiones artísticas en casi cualquier estrato social.
- Los lápices y los bolígrafos no existirían, tendríamos que recurrir al grafito puro, a las plumas y a la tinta china, los costes de producción y el tiempo para realizar una obra serían mucho más elevados.
- ¿Las bombillas eléctricas no son un avance tecnológico?, imagínense pintar o dibujar a la luz de la luna, tendrían menos horas de luz para realizar sus creaciones y claramente: menos tiempo - menos dibujos/pinturas.
- Quienes forman parte de la industria del tatuaje, probablemente no tatuarían ya que sin máquinas y tintas sofisticadas, no es demasiado sencillo realizar las obras complejas que realizan en las pieles de sus clientes.
- Muy pocos podrían ser poseedores de cuadros, la mayoría de los que tenemos colgados en nuestras paredes son réplicas serigráficas e impresiones, además que los marcos elaborados con alto detalle sólo los podrían costear quienes contrataran ebanistas u orfebres de alta categoría que enmarcaran las obras de arte dignamente.
- Preservar las pocas obras de arte que se generarían sería un dilema, un cuadro sin vidrio o flexiglass estaría expuesto a la inclemencia del entorno que lo rodea, humedad, microorganismos e insectos, etc...
- Si de preservar obras en grafito se tratara, no existirían los famosos spray fijadores que impiden que un simple roce transforme un bello retrato en una aberración.
- No existirían dibujos animados (lógicamente).
- El dibujo digital, la creación e impresión de imágenes reconocibles a gran escala y la gigantografía en general no existiría, quitando uno de los principales apéndices de la publicidad actual.
- La difusión de estas formas de arte sería limitada a la disponibilidad de museos y exposiciones, hoy en día estás a un click de distancia de millones de personas que podrían formar parte de tu audiencia.


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