La palabra tipografía, inmediatamente la relacionamos con fuentes que instalamos en nuestro ordenador y las utilizamos para nuestros proyectos, sean éstos simples textos o un diseño en específico, pero una tipografía incluso puede ser el conjunto de "tipos" que trae una máquina de escribir porque en su concepto más básico es la técnica que los emplea para trabajos de impresión.
En este artículo nos enfocaremos en las tipografías digitales o fuentes, éstas están clasificadas según sus características principales y así podemos definir exactamente cuál se asemeja más a lo que deseamos incorporar en cada uno de nuestros proyectos.
Cuando hablamos de identidad corporativa, uno de sus principales elementos el logo (que es la forma en la que me permito llamar a la representación gráfica de una marca), salvo en el caso que sea un pictograma, incluirá al menos una letra, elegirla(s) bien es muy importante para que la composición final genere la sensación y mantenga la legibilidad deseada.
Hay otros elementos de tu identidad que sí o sí necesitarán una fuente tipográfica para funcionar y podemos mencionar algunos de ellos: tarjeta de presentación, documentos comerciales y no comerciales, página web, trípticos y dípticos, catálogos, entre otros... Por eso la tipografía que elijas para cada uno de ellos debe estar en armonía con todos los demás elementos de tu identidad y fluir entre ellos.
Con serif, sin serif o caligráficas.
A pesar de que la clasificación tipográfica va mucho más allá de esas ramas, podríamos a grandes razgos buscar congruencia entre ellas, y ajustarlas a nuestras necesidades, para que todo combine y la pulcritud predomine.
Las fuentes con serif denotan clase, son tradicionales y refinadas, todos conocemos la fuente llamada "Times New Roman" ordenada por el periódico "The Times", es considerada una tipografía ideal para la imprenta ya que facilita la lectura (no tanto a nivel web si la resolución de la pantalla es baja y el tamaño de la letra no excede los 12px).
Las fuentes sin serif son modernas, directas, sobrias y seguras, por ejemplo, consideramos la tipografía "Arial" como una de las fuentes más usadas en el mundo y junto con "Helvética" pueden considerarse un hito dentro del entorno web, debido a su legibilidad ambas siguen vigentes desde su creación a mediados del siglo XX.
Con las enumeradas anteriormente podemos definir cuáles utilizaremos para nuestros documentos impresos y nuestras publicaciones más extensas en la web, básicamente no habrá mucho más qué considerar en otras familias de fuentes debido a que éstas son las que tienen mayor legibilidad. Sin embargo, en el caso de los títulos de los documentos, en las tarjetas de presentación, uniformes y otros elementos de tu identidad corporativa puedes utilizar siempre una tipografía que exprese justo lo que tú deseas sin importar tanto la legibilidad.
Las fuentes de tipo caligráficas generalmente denotan elegancia, velocidad, suelen ser femeninas e incluso pueden ser usadas para mostrar simpleza, seguramente conocerán alguna como "Brush Script" o "Lucida Calligraphy", ésta clase de tipografías son ideales para títulos y firmas, pero no son las mejores para textos extensos pues pueden perder legibilidad y fatigan al lector; también incluyen en esta clasificación la tipografía de estilo gótico o "blackletter".
Está claro que existen otros grupos tipográficos que incluyen fuentes de símbolos e imágenes, otras que son diseñadas para la exhibición y no precisamente la lectura es su propósito principal, pero tenerlas en cuenta para cada proyecto es interesante, además, que son bastante llamativas y atractivas si son usadas de la manera adecuada.
Semantización Tipográfica
No importa qué fuente elijas, siempre hay quién puede hacer que una tipografía muestre lo que tú quieres, que una letra de una palabra se vuelva un personaje, que la palabra entera denote alguna cualidad y que la tipografía más genérica del mundo se vuelva tuya, de tu marca y forme parte de tu identidad.
Así como la selección de color, la selección tipográfica es importante para que tu identidad se refleje en cualquier espacio que ocupes, seguir ciertos lineamientos y mantener coherencia es vital para demostrar que se hace un trabajo serio y se está atento a los detalles, pero a ciencia cierta no existe una fuente tipográfica superior a las demás, sólo existe una fuente tipográfica que se adapta a las condiciones planteadas y si no lo hace, existimos quienes las adaptamos con las herramientas que tenemos.
Las representaciones gráficas que incluyen texto, pueden tener significado y no necesariamente éste venga directamente de las palabras y lo que dicen textualmente, como podemos incluir un contenido semántico específicamente en las tipografías, hay que tener cuidado que lo que se exprese no contradiga lo que realmente quieres expresar en tu identidad, tener especial atención a los dobles sentidos y a los accidentes visuales que puedan producir algún tipo de malestar a los individuos que verán los diseños propios de tu marca.






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