Complejidad de las Imágenes - Diseño gráfico bien pensado.

Cuando hablamos de imágenes y su validez en un campo determinado, más allá de cualquier paradigma, hay que evaluar lo comprensible que pueda ser para el espectador durante el período en el que éste podrá apreciarla. 

Si ponemos en consideración que las imágenes son un medio de comunicación (más allá del texto, que obviamente utilizamos como medio de comunicación y percibimos visualmente), entonces habrá que optimizar la comunicación para que sea efectiva y para ello tenemos que contar con dos factores claves: el tiempo y el espacio.

El tiempo, porque habrá que elegir el momento más adecuado para transmitir una comunicación y también tener en consideración el tiempo que tendrá el receptor para recibirla, analizarla y darle respuesta; por su parte, el espacio será el contexto en el cual estará el individuo receptor del mensaje en el preciso momento que lo recibe, no hay la misma disposición para observar un cartel cuando estás en plena carretera con la vista al frente y las manos al volante, que cuando estás cómodamente sentado en tu sofá.

Por lo tanto, dependiendo de la situación, una imagen será mejor medio de comunicación en determinada circunstancia dependiendo de su nivel de complejidad, razón por la cual, es necesario evaluar las imágenes como mensajes incluso antes de considerar su valor artístico, sobre todo cuando la imagen será utilizada para un entorno profesional, generalmente asociada a la publicidad o a la imagen corporativa de una empresa.

Una imagen va a ser más compleja que otra dependiendo de varios factores, tales como: la cantidad de elementos que agrupa, las relaciones que éstos guardan entre sí, el grado de iconicidad de la imagen y la connotación que ésta pueda tener.

Una imagen que tenga 2 elementos únicamente puede ser más compleja que una imagen de 3 elementos si la de dos tiene diversas connotaciones y las relaciones entre los elementos son más confusas, abstractas o abiertas; mientras que por su parte, la de tres incorpora elementos icónicos y muy fáciles de leer.

Diseños aparentemente de alta calidad pueden no serlo si no se estudió primeramente el mensaje que será transmitido con la imagen creada, incluso habiendo estudiado el mensaje, puede no ser legible para el espectador en las condiciones que lo va a recibir, por lo tanto mantener las imágenes en el balance óptimo entre creatividad y complejidad, es necesario y fundamental para el éxito de las campañas en las que estarán involucrados nuestros diseños.