El temor al lienzo en blanco es un obstáculo a superar siempre que intentes crear algo nuevo para ti o para un cliente, ya seas diseñador gráfico, dibujante o pintor, el rumbo que tomarás en cada diseño es determinado por tu cerebro, pero si en él no hay un plan claro de lo que deseas: toca improvisar.
La improvisación es una cualidad que muchas personas traen desde muy pequeños, algunos le llaman olfato, instinto o incluso hay quienes con humildad dicen que ha sido "buena suerte" y nada más, le llamemos como le llamemos a la habilidad para desenvolverse sin un guión, los inicios nunca son fáciles, incluso para quienes están acostumbrados a hacerlo con frecuencia puede representar un reto complicado, mucho más cuando existen pequeños baches o bloqueos que impiden el flujo constante de pensamientos e ideas.
En el caso específico de las artes gráficas es importantísimo el uso de bocetos preliminares, no tener miedo de utilizar papel para crear borradores que en caso de no ser de nuestro agrado, al final de la elaboración serán desechados sin más; no obstante, toda idea es buena si es bien trabajada, por lo tanto incluso el borrador con menos atractivo y con más errores puede convertirse en fuente de inspiración al momento de plasmar la idea en limpio.
Hay varias recomendaciones que pueden ser útiles para quienes están en el inicio de una nueva obra y se topan con este pequeño temor:
- Si miras el trabajo de otros artistas antes de comenzar a realizar un proyecto tuyo, procura que su obra sea muy diferente a lo que tú te dedicas a hacer o a lo que tus intenciones indican que te dedicarás, de esta manera podrías encontrar ideas que podrás adaptar a tu propio estilo sin que sean "material plagiado".
- Una frase puede ser tan importante para un dibujante como para un escritor, debido a que en torno a ésta se puede generar una matriz de opinión, se puede ambientar una situación completa y también puede ser la misma expresión que deseas plasmar en tu nueva obra. (Recordemos que las artes gráficas también tienen el fin de comunicar un mensaje).
- Enumerar los elementos que pretendes incorporar en tus gráficos antes de comenzar a dibujarlos aleatóriamente puede ayudar mucho más, esto te permitirá ordenarlos de la manera más adecuada y hacer que interactúen correctamente.
- Determinar el estilo de tu nueva obra antes de hacer la primera línea puede ser de mucha ayuda, sobre todo si estás en la búsqueda de algo abstracto, porque quizás no querrías pensar en un mensaje o una frase, sino más bien un sentimiento o algo más genérico que pueda ser transmitido de manera casi obvia.
- Restringe tu paleta de colores y la cantidad de herramientas que te ayudarán en el proceso, de esta manera puedes sacarle el máximo provecho a lo que tienes de momento y evitarás distracciones que no benefician en lo absoluto al proceso creativo.
- Pregúntate dónde quieres ver tu nueva creación, de esta forma podrás determinar en qué material y de qué tamaño la deseas y también te podría ayudar a seleccionar los colores adecuados.
- No escuches opiniones hasta que consideres tu obra terminada, no permitas que nadie interrumpa una posible obra maestra por el simple hecho de no comprenderla, nadie piensa como tú y si consideras que tu arte es genuino, entonces el proceso de elaboración sólo te concierne a ti y no debe ser corregido en pleno acto por agentes externos (por mucho que consideras que son referentes virtuosos o conocedores del tema).
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