Imagen corporativa y Marca Personal, dos necesidades de actualidad.

Hoy en día la imagen corporativa es un asunto muy importante a tratar si estás creando una nueva empresa y si ya la tienes y aún no tienes bien claro lo que es la imagen corporativa, wikipedia te lo explica brevemente:

"La imagen corporativa se refiere a cómo se percibe una compañía. Es una imagen generalmente aceptada de lo que una compañía "significa". La creación de una imagen corporativa es un ejercicio en la dirección de la percepción. Es creada sobre todo por los expertos de diseño gráfico, utilizando principalmente campañas comunicacionales, plataformas web (páginas web, redes sociales) y otras formas de promoción para sugerir un cuadro mental al público. Típicamente, una imagen corporativa se diseña para ser atractiva al público, de modo que la compañía pueda provocar un interés entre los consumidores, cree hueco en su mente, genere riqueza de marca y facilite así ventas del producto. La imagen de una corporación no es creada solamente por la compañía."

Básicamente, es lo que quieres mostrar de la empresa, es lo que deseas que tus potenciales clientes encuentren en ti, la sensación que generas cuando envías un simple e-mail y éste apenas muestra tu nombre como un apéndice más de un gran conjunto, de un equipo sólido, con una metodología de trabajo bien estudiada y por sobre todo: eficiente. Pero ¿cómo puede un simple e-mail decir que tu empresa cuenta con un equipo sólido que trabaja bajo ciertos estándares de calidad?.

Está claro que el e-mail no comentará todos los secretos de tu empresa, está más que claro que tu página web por mucho que cuente en su biografía, en el apartado de Misión y Visión y por más claro que quede todo lo referente a la empresa, los clientes no podrán estar seguros que son los mejores en su ramo, pero sí que puedes dejar la sensación de que lo son, sí puedes causar la impresión de solidez, sobriedad, profesionalismo e incluso tradición.

Por lo anterior mencionado es que se llama "Imagen Corporativa", porque es la imagen que muestras al mundo, incluso cuando de ese aspecto no necesariamente te encargues tú como propietario de la empresa (aunque por supuesto que puedes, con paciencia, dedicación y muchas ganas), incluso cuando tu empresa esté recién comenzando y ni siquiera ha facturado su primer encargo, aún cuando la empresa no ha sido propiamente registrada, si trabajas apropiadamente tu imagen corporativa, generarás confianza en tus clientes.

No es lo mismo presentarse a una reunión con empresarios interesados en tus productos o servicios con una carpeta llena de papeles impresos en calidad de borrador, con demasiadas letras que no podrán ser leídas con el apuro, que llevar una carpeta debidamente identificada con el emblema que identifica a la empresa y con papelería personalizada, mapas mentales, ideogramas impresos con máquinas láser. Incluso puedes llevar las cosas al siguiente nivel, darás una mejor impresión si tu empresa lleva una simple tablet en la que mostrarás un portafolio en PDF debidamente identificado con la marca de tu empresa y para finalizar, explicarle alguna de las características importantes del negocio que están por cerrar diréctamente desde tu página web, con todo el material audiovisual que desees.

Ahora bien, el título de este artículo dice "Imagen corporativa y Marca Personal", pero sólo he estado hablando de la imagen corporativa de una empresa, muchos de ustedes dirán ¿y la Marca Personal? Pues nuestra gran amiga wikipedia también tiene algo que comentarnos al respecto:

La marca personal, en inglés Personal Branding, es un concepto de desarrollo personal consistente en considerar a determinadas personas como una marca, que al igual que las marcas comerciales, debe ser elaborada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales. Surgió como una técnica para la búsqueda de trabajo.

Si consideramos lo anterior podemos deducir que crear una Marca Personal está relacionado con la identidad corporativa, porque salvando las diferencias que puedan existir ya que obviamente no eres una corporación, empresa u organización, sí que tienes que mostrar una identidad y como está citado arriba "debe ser elaborada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito...", es por ello que obtendrán mejores resultados quienes vayan dejando el curriculum dentro de la carpeta y lo cambien por videos mostrando lo que hacen, fotografías que muestren su trabajo, hojas de vida virtuales y demuestren fehacientemente que lo que dice en el papel, lo aplican, conocen y en efecto: es verdad.

Al igual que las empresas, un profesional puede dejar la sensación de excelencia con el hecho de trazar una serie de pasos a seguir para mostrar al mundo de los negocios sólo las cosas relevantes que lo convierten en piezas claves para proyectos en los que desean participar y dejando de lado, cosas personales y privadas que no conciernen a su perfil profesional.

Está claro que una empresa probablemente reúna más recursos para desarrollar su imagen corporativa que un individuo para hacer lo propio con su marca personal, pero con paciencia se pueden desarrollar la misma cantidad de elementos que motiven a los clientes a elegirnos y recomendarnos.

Con el auge de las tecnologías de la información y el nacimiento de la generación 2.0, las estrategias para captar una audiencia, conseguir un empleo y atraer a los mejores profesionales para que trabajen con nosotros han cambiado radicalmente, así que mantenerse al día ya no es una opción, sino un compromiso que debemos asumir si no nos queremos perder entre las nuevas corrientes.

La importancia de la imagen corporativa para una empresa y la creación de una marca personal que distinga a un individuo es más que obvia, sin embargo, hoy día existen personas jurídicas y naturales que no toman muy en cuenta estos conceptos, y es allí, donde hay un espacio para quienes desean estar a la vanguardia y crear distancias sustanciales en estos aspectos.

Por importantes que sean estos aspectos, nunca dejarán de ser más importantes que un buen producto o un buen servicio, pero el caso contrario tampoco es muy favorable que se diga, no pensemos que porque tenemos un grandioso producto o un excelente servicio, no necesitamos mostrar adicionalmente una serie de valores o cualidades que puedan destacarnos del resto, es por ello que debemos crear un balance entre la cara que mostramos y el trabajo que desempeñamos.